El día grande de La Laguna 15/09/1994. La Gaceta.

La Laguna vivió ayer el día grande de las Fiestas del Santísimo Cristo con la tradicional procesión del Retomo, a la que asistieron las primeras autoridades civiles, militares y religiosas del Archipiélago. El alcalde de La Laguna, Elfidio Alonso, ostentó la 
representación del Rey Juan Carlos en las ceremonias celebradas durante la mañana. Por la noche, la ciudad vivió el acto central de los festejos populares y se encendió con los fuegos del Risco y la monumental traca desde la plaza del Cristo.

La Laguna vivió su día grande 

Miles de personas contemplaron la procesión del Retorno y los fuegos del Cristo 

La Laguna volvió a rendir culto un año más a la imagen del Santísimo Cristo con la celebración, ayer, del día grande de sus fiestas. La imagen del Cristo, que permanecía desde el pasado día 9 en la Catedral, regresó a su Santuario en la tradicional procesión del Retorno, a la que asistieron las primeras autoridades civiles, militares y religiosas del Archipiélago. Poco antes, el alcalde de La Laguna, Elfidio Alonso, en nombre del Rey Juan Carlos, fue recibido por las autoridades en la Catedral. La noche dio paso a la gran celebración popular de las fiestas: en San Roque se quemaron los fuegos del Risco y en la plaza del Cristo ardió la monumental traca. 

El día de la Exaltación de la Santa Cruz comenzó con la procesión cívico-militar que cada ario traslada el Real Pendón de la Conquista desde el Ayuntamiento has-ta la Catedral, donde permanecía la imagen del Santísimo Cristo de La Laguna desde el pasado día 9. Hacia las 11 horas, y tras la recepción al alcalde de La Laguna, Elfidio Alonso, por parte de las autoridades civiles, religiosas y militares, comenzó la misa concelebrada por el obispo de Tenerife, Felipe Fernández, y el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Gallego.

Elfidio Alonso ostentó este año la representación del rey Don Juan Carlos, esclavo mayor honorario perpetuo de la Esclavitud del Cristo de La Laguna, y en tal título fue recibido por las primeras autoridades del Archipiélago. Tras la misa se procedió al traslado de la imagen a su Santuario de San Francisco, junto a la plaza del Cristo, en la tradicional y solemne procesión del Retorno. La ceremonia del traslado fue presenciada por miles de personas en las calles Carrera y Nava y Grimón. Participaron en el acto, en representación de la sociedad canaria, el presidente del Gobierno regional, Manuel Hermoso, el presidente del Parlamento, Victoriano Ríos, y el gobernador civil de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Angel Delgado.

Asistieron igualmente los representantes de los gobiernos municipales de Santa Cruz, con su alcalde, José Emilio García Gómez, al frente, y de La Laguna. En representación del Cabildo de Tenerife acudió su presidente, Adán Martín, y varios consejeros. También se encontraban la rectora de la Universidad de La Laguna, Marisa Tejedor, representantes de la Justicia, del cuerpo consular y del poder judicial, el capitán general, de Canarias, José Antonio Romero Alés, el obispo de Tenerife y el arzobispo de Sevilla. 

Esclavitud 

La imagen del Cristo de La Laguna fue custodiada, como es tradicional, por los miembros de la Venerable Esclavitud del Cristo, presidida en esta ocasión por Francisco Morales Barrera.

Como es tradicional en el día del Cristo, la imagen salió nuevamente en procesión entrada la noche, tras la misa celebrada en el Santuario a las 20 horas. El Cristo recorrió las principales calles de La Laguna y se detuvo en los conventos de Santa Clara y Santa Catalina. En la iglesia de la Concepción, la procesión se detuvo de nuevo para contemplar los filegos de la Torre en lo que habría de ser un adelanto de las exhibiciones pirotécnicas de horas después. A su regreso a la plaza del Cristo, la imagen se detuvo en los Portales y comenzaron, hacia la medianoche, los fuegos del Risco, en los que participaron las pirotecnias Virgen de la Candelaria y Jordi. La fiesta popular llegó a su apoteosis con la quema de la monumental traca desde la misma plaza del Cristo, donde desde horas antes se habían congregado varios miles de personas.