A quien corresponda

Decía en mi anterior artículo, que Fray José Mª Argibay (de gratísima memoria), fué el fundador y continuador de los cultos á la Santísima Virgen de los Dolores y Purísimo Corazón de María, cultos que se tributaban a aquella antiquísima imagen á que me vengo refiriendo y á la que los fieles profesaban gran devoción, y que hoy, sin saber por qué, han sustituido por la otra. Y para aclarar este punto, permitidme, amables lectores, que os haga un poco de historia.

Desde tiempo inmemorial, en la Iglesia de San Miguel de las Victorias, del que fué Convento de P. P. Franciscanos de la Ciudad de San Cristóbal de la Laguna, Iglesia que fué extinguida por un incendio, se tributaban cultos especiales á aquella devotísima imagen, cultos que según las crónicas a qué me vengo refiriendo, tubieron gran importancia pues eran muchos sus devotos y entre ellos contábamos personas de gran calidad y de rango.

La venerada imagen, se hallaba expuesta á la veneración pública, en un altar de mérito, que la Señora tenía en la misma Capilla del Santísimo Cristo de la Laguna, capilla riquísima, de artesonada y rica techumbre, que fué construida á expensas de la Esclavitud y de sus devotos.

Los cultos á una y otra santas imágenes, corrían á cargo de los Esclavos del Santísimo Cristo de la Laguna, que creo que en su principio, se denominaba, Esclavitud del Santísimo Cristo de la Laguna y Nuestra Señora de los Dolores y Purísimo Corazón de María.

Es de advertir que por aquellos tiempos esto de reunir en una sola cofradía dos ó mas imágenes, era cosa corriente y muy común, pues son muchísimas la cofradias aún hoy existentes en España, fundadas bajo la denominación de Hermandades, Esclavitudes ó Sacramentales todas fundadas con el piadoso fin de tributar cultos á imágenes, á la que los pueblos, villas y ciudades en que fueron fundadas, se les tenían y aún se les tiene por muy milagrosas, é inspiraban tierna y piadosa devoción y así vemos por allá Esclavitudes y Cofradías, bajo la denominación de diversas advocaciones, de N. S. Jesucristo y de la Santísima Virgen María, mezcladas con los nombres de Santos de especiales devociones, á los que en junto ó en sus distintas festividades y en señalados días les tributan cultos, estas Cofradías, Hermandades, Esclavitudes ó Sacramentales.

Mucho de esto he visto yo en Cádiz, Sevilla, Córdoba, Granada, Segobia, Toledo, Aranjuez, Escorial, Valencia, Zaragoza y Madrid, sobre todo en esta coronada villa, donde se cuentan por centenares las Cofradías de esta naturaleza, con variedad inmensa de nomenclaturas y títulos diversos de imágenes, creo que á nadie sorprenda el que me haya enterado de todo esto, sobre todo, aquellas personas que me conozcan y sepan mis aficiones de siempre á estas clases de cosas.

Pues bien, aquí en la ciudad de la Laguna, la Esclavitud del Santísimo Cristo, tenía á su cargo los cultos del Santo Cristo y los de la imagen de N, S. de los Dolores y Purísimo Corazón de María, cuyas ambas dos imágenes (no se si otras) se hallaban expuestas á la veneración pública de sus muchísimos devotos en la Capilla propia que ambas tenían, en la que fué Iglesia de San Miguel de las Victorias del extinto Convento de R.R. PP. de la Orden de Penitencia del Seráfico Padre San Francisco de Asís, cuya Capilla pertenecía á la Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de la Laguna, lo que queréis hacer constar de un modo especialísimo, con permiso de él ó los, ó las, que hoy han sido autores ó autoras de la sustitución de una imagen por otra, y de que en estos artículos vengo ocupándome.

Hubíese sido para mí de gran utilidad para el desarrollo de este trabajo el haber podido consultar á mi distinguído amigo, el ilustrado cronista de la Laguna, D. José Rodríguez Moure, persona de grandes é importantes conocimiento en esta materia (á más de otros muchos,—pues es de todos sabido su gran cultura y vastos conocímientos—) pero no me ha sido posible y lo siento, pues mucho desearía saber su opinión,—para mí muy importante — y su sentir y pensar sobre este asunto.

Desaparecida la Iglesia, la que un violento incendio extinguió, dispersó la venerable Comunidad á impulsos del violento incendio revolucionario que también lo extingió, y de igual modo extinguida la Esclavitud, pasaron por período de gran decadencia los cuttos y festejos que á aquellas ambas imágenes veneradas se les tributaban y en la Capilla aun hoy existente, que con carácter provisional se edificó, y la que según de los hechos se desprende, parece llamada á no perder jamás el carácter de provisional, dicen las crónicas, á que me vengo refiriendo) que solo por aquel entonces se tributaban algunos cultos, muy pobremente por cierto á la devotísima y venerada imagen del Santísimo Cristo, consistentes en alguna que otra misa que de tarde en tarde mandaba decir algún viejo devoto, á los Nombres que costeaban los labradores, á la misa que se cantaba el 12 de Septiembre de cada año, en la que al final se hacía la conmovedora ceremonia del descendimiento, ó bajada, con besa pie, á la que sólo asistían al gunos de los pocos devotos que iban quedando y las linajudas damas laguneras que allí iban y llevaron á esta ceremonia á sus hijos, según ellos habían visto, ser de usanza y costumbre de sus mayores, para hacerles beber del agua milagrosa, con que el cuerpo del Cristo era lavado; el día 13 por la tarde iba á la Capilla el Beneficio del Sagrario á cantar vísperas, pues para ello existía una manda piadosa, y también hacían la función el día 14 y Misas Cantadas y Nombres, durante la octava y cuentan mis repetidas crónicas, que solo algún año en que habían limosnas y promesas, se hacía la procesión del Cristo y que si había sermón, era por que gratuitamente los predicaba el «Padrito», nombre con que cariñosamente llamó el pueblo, al nunca bastante llorado, Fray José María Azgibay de muy grata memoria.

¡A tal punto llegaron los cultos y festejos del Santísimo Cristo de la Laguna!

En la madrugada del viernes Santos, era sacado procesionalmente—tal cual hoy se hace—el Santísimo Cristo y á esa procesión concurre también la imagen de Nuestra Señora de los Dolores y Purísimo Corazón de María, y las de San Juan Apóstol y Evangelista y la de Santa María Magdalena.

Por aquel entonces á este acto de piedad quedaban reducidos los cultos que se le tributaban á la imagen veneranda á que me vengo refiriendo, pues terminada esta procesión volvia á ser guardada en la sala de Esclavitud y allí permanecía con las demás otras imágenes hasta el siguiente viernes santo.

Fray José María Azgibay que profesaba una muy grande y excepcional devoción á la Santísima Virgen, á aquella imagen veneranda, sufría lo indecible al ver que por no estar expuesta á la veneración pública, iba perdiendo de día en día devotos y convino y acordó con los señores beneficiados del Sagrario Catedral, que la dicha imagen de la Dolorosa y Purísimo Corazón de María, pasase al monasterio de las monjas Clarisas en cuya iglesia sería expuesta á la veneración de sus devotos y que allí permaneciera hasta que se fabricara la nueva iglesia del Santísimo Cristo y en ella se le hiciese altar propio.

Desde entonces la dicha imágen fué expuesta allí en la iglesia de las Clarisas, y allí ha recibido cultos, y allí ha sido visitada por sus devotos que siempre han sido muchos y allí está en su altar, recibiendo tributo de filial amor de las monjas y de los fieles todos.

El dicho Padrito consiguió también, primero de los beneficiados del Sagrario y luego de la Esclavitud, que para la festividad del Purísimo Corazón de María que anualmente se celebra el último domingo del mes de Agosto, se usase para adorno del templo y trono de la imagen, todas las lámparas de plata, frontaleza y barandas de igual metal, propiedad del Santísimo Cristo y los candeleros y doseles y demás enseres y ornamentos propios de la capilla y las ricas andas de plata, propias de la Santísima Virgen.

Hasta hace muy pocos años se ha seguido tributando cultos y se sacaba procesionalmente á la antigua devotísima imagen, ¿por qué ha sido esta ahora sustituida por otra?

A qué obedece este cambio?

Es lo que me propongo decir en otro artículo, pues este se me ha hecho largo. Con que hasta otro queda en el uso ae la palabra, con el permiso de ustedes y los otros.

Manuel A. Cambreleng

LA OPINION, 2 DE SEPTIEMBRE DE 1911